1 nov 2010

La cifra del adiós...



En el entorno de Claudio Bieler aseguran que se propuso convertir al menos cinco goles más en este torneo para tratar de cautivar la atención de otros clubes e irse.
La situación ideal, la que pretende, no lo vincula con Racing; lo aleja. Según sus allegados más directos, Claudio Bieler quiere cambiar de aire a fin de año, deseoso de progresar futbolística y económicamente. Y para contribuir a que eso suceda, el delantero se puso una meta personal: convertir, como mínimo, cinco goles en lo que resta del campeonato para atraer la atención de otros clubes a la espera de ofertas que seduzcan a él y a la Academia, propietaria de los derechos federativos del futbolista.
Desde la dirigencia ya avisaron que aún no recibieron propuestas por Taca, cuyo pase les pertenece en partes iguales (25 por ciento) a un grupo empresario y a Racing (el resto es de Liga de Quito). Además, las autoridades prefieren vender a Pablo Lugüercio y no a Bieler, ya que en ese puesto Racing no tiene recambio y estarían obligados a comprar otro centrodelantero. Aunque el ex Liga, con dos años más de contrato con Racing, no pierde la esperanzas de que envíen a Avellaneda alguna oferta importante. Hasta aquí, en este torneo, Taca sólo metió un gol: el del empate transitorio en el 1-2 ante Colón. Y cosechó un total de siete en 29 partidos disputados en Racing.
“Los directivos hicieron una inversión por Taca y es lógico que quieran transferirlo por una buena suma. Todavía no hay nada”, aceptó Gustavo Lescovich, representante del jugador. Sin embargo, en el último mes trascendió que, en el plano internacional, estarían tras sus pasos la Liga -donde es ídolo- y el Al Shabab de Arabia Saudita dirigido por el uruguayo Jorge Fosatti, con quien Bieler fue campeón de la Sudamericana 2009 con aquel conjunto ecuatoriano. El club asiático quedó eliminado de la Champions League de ese continente, con lo cual no participará del Mundial de Clubes. Lanús también lo tendría en carpeta, pero Racing se desprendería de él sólo si se le abrieran las puertas hacia el exterior.
Taca vivió en este Apertura el impacto de haber salido del equipo y fue el banco en cuatro partidos. En su momento se enojó con Miguel Russo porque no entendía el motivo de la decisión del técnico. “Lo hice para que hiciera un clic. A veces, para un delantero, es bueno sacarlo así después vuelve mejor”, le explicó a Olé el DT, y dejó entrever que intentó tocarle el amor propio en busca de una reacción. En los últimos dos encuentros, el atacante jugó desde el inicio y contó con algunas chances de convertir, pero falló en la definición. ¿Llegará a los cinco goles?

Fuente: Olé

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