“Tengo 12 años”, me dice mi amigo-personaje luego de verse colgado en la reja del Monumental, tras otra evidencia de talento colombiana. Y es verdad, aunque el cuerpo pida platea o televisión, nuestro Peter Pan futbolero nunca nos dejará. No queremos que nos deje. Por eso creemos y alentamos, por eso soportamos y nos bancamos ser los idiotas útiles.
Hoy, sin todavía digerir la derrota clásica, a cinco puntos de la Copa, el chico de 12 que vive en mí quiere hablarle a Miguel Ángel Russo. Le pide, pobre de él, que arriesgue las fechas que quedan.
Pretende que el DT ejecute alguna acción antes de los 35 minutos del segundo tiempo, aunque sea para disimular. Como la esencia de mi Peter Pan es fantasiosa, anhela que Russo salga a atacar los partidos y no se conforme con el empate.
Pobre Peter, ¿cómo explicarle que hay personas grandes que piensan en chico? ¿Qué decirle respecto a “los secretos” del fútbol y la “experiencia” de los super DT? No señores, yo no le voy a pinchar el globo. Que lo haga Miguel, porque Racing puede soñar con jugar la Libertadores. Tiene con qué. Mi amigo-personaje y todos nuestros Peter Pans se lo merecen.
Fuente: Identidad RC
No hay comentarios:
Publicar un comentario