7 nov 2010

Alergia al arco



Bieler sigue seco y a la mala puntería le agregó falta de confianza: solo con el arquero se la pasó a Hauche.
La meta de hacer cinco goles en los partidos finales para aspirar a una venta quedará trunca, imposibilitada, si no se inyecta con urgencia una dosis de confianza. Claudio Bieler ya no sufre por no ser abastecido, su principal queja cuando terminaba sin poder convertir. Eso dejó de ser problema con la creatividad que impone Giovanni Moreno. Entonces el justificativo de que no queda de frente al arquero no es más válido para el delantero que llegó como goleador y ayer pareció un defensor en área rival. ¡Qué lejos está Taca de aquél que no perdonaba en Liga de Quito y convertía en oro cada jugada de peligro que tenía! Desconectado, a contramano de cada jugada, Bieler falló en su hábitat y también en defensa. El primer gol de Arsenal surgió después de que el 16 perdiera dos veces la pelota en la misma jugada y así posibilitar una contra letal en la que Cahais jugó al offside y Cáceres quedó metros detrás suyo. Ahí comenzó a ser mirado de reojo por los hinchas. Su falta de gol (apenas lleva uno en el campeonato) y la poca movilidad fueron los motivos por los que Russo decidió sacarlo del equipo y ayer Taca volvió a padecer tal déficit. En la más clara que tuvo, cuando Racing perdía 1-0, un rebote de Campestrini tras un remate de Gio lo dejó con todo el arco a disposición y el delantero se la pasó mal a Hauche, a quien lo taparon. Una clara muestra de la poca confianza que tiene el santafesino. Antes, en el primer tiempo, Hauche lo asistió al primer palo y la tiró, dentro del área chica, por arriba del travesaño.
“¿Si es un problema de confianza? Son jugadores profesionales... En la semana hablaremos... hay que seguir trabajando”, esquivó el tema el entrenador, quien podría devolverle la titularidad a Pablo Lugüercio. Justamente el ex Pincha, ante la pobrísima contribución de Bieler, fue pedido por toda la cancha y ovacionado cuando reemplazó a Cahais a los 23 minutos del segundo tiempo. Encima hizo el gol del empate parcial...
Quizás una imagen clarifique mucho más cómo vive hoy Bieler. Apenas eligió mal y en vez de pegarle se la pasó a Hauche, Gio Moreno corrió para abrazar al delantero y darle su apoyo. Con algunos gestos, el colombiano pareció decirle que tenga calma porque iba a tener otra. Claro que nunca la tuvo y terminó en la intrascendencia. ¿Es realmente el goleador de la Copa Sudamericana por la cual se pelearon muchos equipos? Ayer sólo fue su sombra, su peor versión.

Fuente. Ole

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